#ElPerúQueQueremos

KEIKO, PPK O VOTO EN BLANCO

Publicado: 2016-05-06

Como lo hemos dicho en su oportunidad, solo en un país sin conciencia política se puede llegar a una encrucijada nefasta de tener que votar por miedo o por consigna, como quieren algunos políticos o “teóricos” que generalmente nunca han luchado por sus ideas. Siempre acostumbrados a que otros lo hagan por ellos, cuando la papas queman. Votar entre dos candidatos que no nos gustan, porque uno es más peligroso que el otro, otra vez la fórmula infame “de los males el menor” que, además, no siempre resulta así, pues se puede convertir en el mayor o bien convertirse en un “mal de males”.  

Pero vamos a una pregunta fundamental que nadie se plantea y tampoco se responde: ¿cómo la hija de un dictador que cometió grandes latrocinios y crímenes de lesa humanidad, por el solo hecho de ser su hija, se convierta desde la partida de la contienda como la candidata con más intención de voto, mientras un pelotón que la seguía se ha ido quedando por el camino en espera de oxígeno? Todos saben lo que lleva en su pesada mochila, pero aun así ¿cómo ha podido avanzar tanto hasta convertirse en el terror de mucha gente, dividiendo el país en dos: los que están por ella y uno de los supervivientes nacionalizado por amor a otro país, pues nadie le ha obligado para que lo haga? Y los peruanos ¿qué? ¿Haciendo cálculos de dónde sacar más votos para ayudar al mal menor para así poder dormir a sobresaltos aunque sin pesadillas?

La conciencia política de un pueblo ¿a quién le corresponde forjar? Sin duda a los Partidos Políticos organizados, a sus líderes en el cabal sentido de la palabra y no a politiqueros audaces, improvisados, sin ninguna trayectoria de lucha pero con incontrolables ambiciones. A todos ellos solo los vemos sacar la cabeza cuando se aproximan unas elecciones y luego desaparecen como aves de temporada. ¿Quién eleva el nivel cultural y político, de nuestras masas obreras, campesinas, estudiantiles? Nadie. Las universidades - antes almácigo de rebeldías y de ideal de renovación vanguardistas - hoy andan preocupadas para la categorización legal de acuerdo a la nueva ley que ya dos candidatos fenecidos, García y Toledo, dijeron que si llegaban al poder la “tumbaban”. Claro, para que todo siga igual y con el pretexto de la defensa de la “Autonomía”, que sepamos nadie vulnera, seguir usufructuando de canonjías y con carta abierta para acomodarse de acuerdo a sus intereses.

Entonces no se trata nada más que de Keiko o PPK, aquí hay una cuestión de fondo lamentable que hay que explicar. Es más, hay responsables de ella. Los mismos que también son responsables de haberse valido de todas las armas para ahogar antes que creciera a un movimiento realmente renovador, un partido sin dueño como es Frente Amplio de Verónika Mendoza. Una joven política inteligente, valiente y que, para desgracia de sus enemigos no tenía, rabo de paja, como todos los demás. Entonces trataron de inventarle y como tampoco les salió, la insultaban, la calumniaban. No tenía recursos pero el pueblo la supo valorar y se disparó y casi llega por medio paso a la segunda vuelta, hasta hacer que cunda el miedo en muchos sectores que hoy le piden sus votos “rosados” para salir de apuros.

Hicimos un comentario especial -- hace tiempo - cuando Verónika recién entraba en la arena electoral como candidata. El sociólogo COTLER en una entrevista dijo: “Mientras Mendoza no se defina frente a Venezuela, para mí no es nada”. Así de tajante. Ella ya había dicho mil veces que no seguiría el modelo de nadie menos el venezolano. Pero Cotler, como MVLL y otros reaccionarios Latinoamericanos, están más preocupados por Venezuela que el propio Departamento de Estado de USA y la propia CIA que invierte millones en un golpe de Estado blando contra Maduro. Pues bien, este “Gurú” en decadencia, en declaraciones a La República, ha dicho: “Tiene que haber un voto conscientemente, no diré a favor de P.P Kuczynski, sino contra el keikismo y el fujimorismo. Esto puede acabar en un régimen sultánico, etc.” Antes don Julio había dicho que “Hay gente que irresponsablemente pregona el voto en blanco, y no se da cuenta que con eso…tengamos un poder absoluto”.

Nos permitiríamos preguntarle a este “reconocido” intelectual - como en su tiempo lo fue el “Gurú” Macera que terminó de rodillas ante Fujimori - si dice que no está “a favor de PPK”, pero que el voto en blanco sería irresponsable porque favorecería Keiko a quien detesta, entonces ¿no estamos ante un sofisma cobarde y bastardo? ¿Por qué él no dice que votará por PPK como lo han dicho otros personajes tanto o más importante que él como Diego García-Sayán presidente de la CIDDHH, jurista serio a quien conozco desde hace muchos años? Una pregunta más sobre un evento que estuvo a punto de suceder: Si la vuelta final hubiese sido entre Keiko y Vero ¿por quién hubiese votado Cotler o sugerido que voten, por Keiko, Vero o en blanco? Hay gente que por sus orígenes nunca han tenido patria, sino un sentimiento de unidad racial. Sabemos que son preguntas que no tendrán respuesta. Pero allí lo dejamos.

Mientras tanto, los analistas se han convertido en calculistas para ver cómo PPK podría superar a Keiko. Los que no votan por principios están esperando – como a través de todo el proceso – quienes son los punteros, para no incurrir en el “voto perdido”. Las alianzas partidarias también han esperado que se aclare el panorama. Después, al final, entrarán en juego las componendas, los enjuagues en un Congreso en que la mayoría de bancadas no son partidarias sino llenas de “invitados”; es decir, no los une nada. PPK no tiene partido, el conglomerado que lo rodea, si pierde, se va él a su tierra y no queda nada. ¿Quién hará la pelea por la democracia y los derechos del pueblo en el Perú? Los cholitos, Máxima Acuña y muchos izquierdistas que han luchado toda su vida sin acomodarse con las prebendas políticas en una sociedad donde la compra de conciencias es el pan de cada día.

Si dejamos que en el Perú, como hasta la fecha, solo crezcan abrojos, no esperemos cosechar frutos deliciosos. En esta segunda vuelta algunos estarán dispuestos a tragarse, como el “Gurú”, una ensalada de ortigas, allá él. Pero no tengan la desfachatez de presionar a los dirigentes para que “ordenen” a sus seguidores votar por quienes ellos quieren, sin decirlo. Hay que dejar a los ciudadanos que voten por quién quieren y que si ningún candidato les parece, que VOTEN EN BLANCO. Sin dejarse atrapar por retorcidas elucubraciones de algunos intelectuales hábiles en confundir y que generalmente no pasan de “predicciones” que no se cumplen. Por nuestra parte – sin sacar el cuerpo como otros – simplemente diré: NO IRÉ A VOTAR. Me parece lo digno y así quedaré sin cargos de conciencia y con libertad para seguir con el martillo dando duro al yunque de la corrupción y de las traiciones que seguirán.


Escrito por

Sigifredo Orbegoso

Doctor en Derecho: Constitucionalista. Ha enseñado en varias Universidades especialmente en la UNT (Decano)


Publicado en

Dejemos de hablar a media voz.

No siempre se llama al "pan pan y al vino vino", por razones de interés o compromisos de otra índole de los cuales yo carezco.