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EL ORGULLO DE LOS CORRUPTOS

Publicado: 2017-01-25

Así como se habla de un “Orgullo Gay” – salvando distancias y asunto – creo que ahora ya podemos referirnos al “Orgullo de los Corruptos”. Queremos decir que hoy en día ser corrupto ha dejado de ser estigma. No avergüenza a nadie. A los mayores corruptos los vemos lucirse en los periódicos y la TV a diario, sin el menor gesto de pudor y mucho menos de arrepentimiento. Figurar en los escándalos sobre grandes negociados nacionales o internacionales, los hace sentirse importantes. Como esos indigentes de posición social, salir en las Páginas Sociales de los periódicos codeándose de gente de apellido y alcurnia, aunque sea sin fortuna, es motivo de presunción. Amigos y familiares no ocultan su parentesco sino, por contrario, se jactan. Algunos todavía intentan justificar, negar lo evidente o culpar a los “enemigos”. Vivimos así en un país de robos, desfalcos; pero sin ladrones. Niños violados, sin pedófilos. Dios perdona todo. . .  

En buen romance, la inversión de valores, éticamente hablando, ha llegado un extremo degenerativo: lo malo ya no es malo, sino es bueno, como todos lo hacen, es medio bueno o aceptable. Antes los ladrones robaban en la obscuridad, hoy lo hacen a plena luz del día y en plena calle. La indiferencia ciudadana ante los asaltos aún de mujeres es deprimente. Los familiares y hasta vecinos de los maleantes salen en su defensa cuando la policía los captura. Nadie ve mal a un ladrón o narco si viste bien y frecuenta los mejores lugares. Los asaltantes del Fisco, necesariamente de alto nivel, lo hacen desde los puestos de “dignatarios” del Estado, incluidos, obviamente, los señores Presidentes de la República. En el Perú se suceden en la dirección de la banda. Al asumir el mando antes de pensar en resolver los graves problemas de la Patria, están arreglando sus cuentas de las costosas campañas de la “Fiesta Democrática” electoral, y comienzan los planes para iniciar los “Carnavales” de las repartijas, grandes negociados, y “faenones”. Todos los comprometidos son elegantes caballeros, que no usan antifaces, ni armas letales porque para robar no las necesitan: a sola firma o con la de testaferros que a veces son sus sirvientes, se pasan los dólares de una cuenta a otra, o de empresas inexistentes hasta que se pierde el rastro. Y siguen siendo señores o señoras, “respetables”. Salvo por algún pobretón “envidioso” que los critica.

Así estamos llegando al colmo: Enarbolar las banderas de la corrupción. ¡Que viva la corrupción! ¡Los ladrones al Poder! Abajo las caretas, seamos honestos alguna vez: se llega al Poder para robar, pero no seamos groseros hablemos de “finanzas” así “la plata llega sola”. El Estado tiene muchas obras grandes por hacer, muchas adquisiciones costosas que realizar (armamentos por ejemplo) que deben hacerse por medio de licitación, ¿cuál es el problema? Se “amarran” estas y se otorga la buena-pro al que ofrece la mejor propina de miles o millones de dólares. ODEBRECHT es un buen ejemplo real, no un cuento chino. Pero importa señalar que la corrupción no proviene solo del que pide u ofrece sin que le pidan. Ahora estamos siendo informados según van “cantando” los funcionarios brasileiros, ellos eran “extorsionados” para pagar grandes coimas o no había contrato. La suma que esa gran empresa invertía por ese motivo en años es escalofriante: suman BILLONES DE DÓLARES. ¡Cuántos gobiernos “democráticos” – no faltaba más – están comprometidos! No es difícil imaginar que por la cantidad e importancia de los implicados, son muchas las influencias que tienen para mover hilos en las esferas oficiales destinadas a deslindar responsabilidades y favoreces la impunidad tradicional en nuestro país. Hemos visto el descaro con el que actúan esas inútiles “Comisiones Investigadoras del Congreso”, esos Fiscales y Tribunales resolviendo en forma irrisoria. Aunque hay que reconocer que hay excepciones que resisten a las amenazas y presiones aun jugándose la vida.

La detención de E. Luyo y la fuga del ex viceministro aprista Jorge Cuba, por la determinación del primero de acogerse a la figura de colaborador eficaz ha puesto las barbas en remojo de algún pez gordo con experiencia para bucear en aguas turbias: el tristemente célebre ALAN GARCÍA. Por lo pronto ya está en Madrid a buen recaudo y acaba de sacar a relucir un elemento más en el orden de ideas del tema que estamos abordando: EL CINISMO. Ante la captura de Luyo ha felicitado al Fiscal de la Nación por haberlo detenido. “A la cárcel. Ratas como esas ensucian grandes obras que sirven al pueblo”, ha dicho con desparpajo. No es la primera vez que menciona al asqueroso roedor para calificar a gente de su entorno y pretender sin éxito demostrar que él no sabía nada de las jugosas componendas en que andaban justamente sus subalternos. Él era Presidente, pero no sabía nada, según conocida frase del hermano de un famoso narcotraficante de hace tiempo. ¿Tampoco sabía nada de Agustín Mantilla, su secretario personal y Ministro del Interior, quien recibió 30,000 dólares de Montesinos para reelegir a Fujimori, que dirigió la matanza de los Penales y el grupo paramilitar Rodrigo Franco y cuando todo fue aclarado para tratar de limpiarse dijo: “He recibido una puñalada por la espalda”? Y al pobre Chinguel que por orden suya cobraba los “narcoindultos” firmados por él previa consulta con Dios y de quien dijo si mal no recuerdo “el que comete un delito que lo pague”. Y la otra “rata” como cobardemente calificó a Rómulo León, su compañero el de los faenones, y las visitas de Del Castillo a la suite del Country del millonario Canaán, como una vulgar dama de compañía, para tratar temas que debía discutirlos en su Ministerio? Hay que ser muy cobarde y miserable para dejar en la estacada a sus operadores. Y pensar que sigue habiendo gente que se humilla y como parásitos no pueden vivir sin él, ni lo intentan. La ridícula “generación de los cuarentones”, que ya son cincuentones ¿qué hacen o han hecho que no sea limpiarle los zapatos a Alan?

Con todo lo dicho que parece un exceso, nos quedamos cortos si no ponemos énfasis en la cobardía de nuestros malévolos personajes encabezados por Alberto Fujimori y Alan García, frente a sus latrocinios y crímenes en relación a otros personajes como Videla por ejemplo, quien asumió sus responsabilidades sin escudarse en el cobarde “yo no sabía nada”. Por lo que vemos – destejiendo la maraña de operaciones -- LA CORRUPCIÓN ES INHERENTE AL SISTEMA CAPITALISTA. Es un mar en que los peces grandes se comen a los chicos para prosperar. El monopolio es una meta natural. Como pocas veces lo de Odebrecht ha tenido la virtud de mostrarnos la magnitud del problema. Pero el telón no ha bajado: recién comienzan las pesquisas, luego vendrán los procesos y las sentencias. Pero ya comienza a percibirse un olor a tragedia: el accidente aéreo del Juez encargado del caso en Brasil Teori Zavascki, puede que haya sido una casualidad. Ojalá los colaboradores eficaces no vayan siendo silenciados: hay que protegerlos, los tiburones son capaces de todo. Tampoco puede desecharse cándidamente algunos “ajustes de cuentas”. Está en la dialéctica de la mafia.


Escrito por

Sigifredo Orbegoso

Doctor en Derecho: Constitucionalista. Ha enseñado en varias Universidades especialmente en la UNT (Decano)


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Dejemos de hablar a media voz.

No siempre se llama al "pan pan y al vino vino", por razones de interés o compromisos de otra índole de los cuales yo carezco.