INTELECTUALES QUE LUCHAN Y NO CLAUDICAN
Pusimos, oportunamente, una nota luego de publicar: “INTELECTUALES “COMPROMETIDOS” DE AYER, Y “CONVENIDOS” DE HOY”, en la que señalábamos que dicho artículo tenía una segunda parte. En efecto, por esas cosas de la cibernética no salió (I) y, lo que debería ser (II), ahora completa mi pensamiento.
Lo dicho, dicho está. Pero no estaba todo. Faltaba hablar de esa minoría indoblegable, tenaz, persistente que no se amilana y sigue “comprometida”. No se vende ni se alquila, ni se arrima con disimulo al poder. Sigue en el llano, en el sentido del Tercer Estado que precedió a la Revolución Francesa; es decir, al pueblo del llano bajo el dominio de los feudales, el clero y los militares. Son pocos pero son. A veces los dedos de una mano y un poquito más, me refiero a los que tienen significación nacional, claro está. Son francotiradores y poquísimos con militancia política. Sin embargo, algunos son destacados escritores, connotados profesores universitarios, o de distintas profesiones, y periodistas siempre bajo la espada de Dámocles del despido intempestivo. No todos, pues, se han colgado del bendito Orden Establecido o “establishment” y han buscado acomodarse. Es verdad que tampoco son magos ni tienen la barita mágica para vivir fuera de él, como torpemente retrucan quienes han hecho de la estupidez un “argumento”. ¿Hay que ir a vivir a la estratósfera?
Confundir trabajo honrado y merecido salario, sin abandonar ni principios ni ideales, y menos aceptar renunciamientos para caer en el servilismo patronal, significa pretender un mundo surrealisa solo para llenar un vacío que no se puede justificar con una razón. El cuadro no estaría completo si al esfuerzo y la lucha personal no se sumara también la de algunas autoridades e instituciones especialmente educativas como la ya emblemática PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ, cuya amplitud de miras y visión de futuro ha hecho honor al concepto de “universitas” en una comunidad en la que tienen cabida todas las corrientes universales del saber, por lo tanto ajena a confesionalismos. Pero, donde además la capacidad, el mérito – única forma de superación – es el que determina el ejercicio de los cargos y la docencia.
Si quisiéramos intentar una somera nominación de intelectuales de notoriedad nacional e internacional, que permanentemente los vemos dando batalla siempre al lado del pueblo, de sus intereses y derechos, que, finalmente, son los de la patria, nos veríamos ante el grave temor de incurrir en imperdonables omisiones. Por eso preferimos hablar de una “muestra” confeccionada al desgaire por lo menos de amigos que nos hacen llegar sus trabajos o los que usan los medios de comunicación y las redes sociales permanentemente. Digamos escritores notables como Eduardo González Viaña, Alfredo Pita, ambos que discurren con un pie en el Perú y otro en el extranjero, pero siempre con las banderas enhiestas. Por otros hemos tenido que lamentar su deceso reciente, de nuestro querido poeta Arturo Corcuera ya con la salud resquebrajada, pero siempre allí en todos los actos populares. El ex guerrillero Héctor Béjar, catedrático de UMSM, sobreviviente de una lucha donde otro joven pero ya gran poeta Javier Heraud fuera abatido. Nelson Manrique, historiador y catedrático de la PUCP, desde las trincheras de su difundido muro, señalando la línea de quienes pretenden deformar las verdades históricas. Sinesio López, otro catedrático, politólogo, y periodistas que no para en mientes cuando de desenmascarar a los embaucadores se trata. El economista Pedro Francke catedrático y militante político, aportando siempre al esclarecimiento de los problemas de su especialidad. Jóvenes y experimentados juristas y exmagistrados que no cejan en esclarecer problemas legales que los sectores corruptos y retardatarios del país intentan cotidianamente pasar de contrabando. El Ing. Humberto Campodónico un especialista en hidrocarburos con seria visión política. El historiador y columnista Antonio Zapata. El columnista Alberto Adrianzen M. Y cómo olvidar al joven nonagenario César Lévano de vieja prosapia de lucha. En fin otros más que prefieren hacer un trabajo silencioso pero no menos importante.
Es decir, no todo está perdido. Existe una reserva moral e intelectual – pienso - pequeña, inorgánica, pero valiosa. Que por lo menos cumple con orientar algunos sectores de la opinión pública, precisamente, en los casos donde se hace necesario hablar claro, con conocimiento e independencia de criterio. Pues los voceros oficiales y oficiosos de los Partidos políticos, el Congreso y el Ejecutivo son los que defienden, afianzan y apuntalan ese ORDEN ESTABLECIDO en cual medran, se enriquecen ilícitamente y DOMINAN AL PUEBLO, Y POR ENDE, A TODA LA SOCIEDAD.
Por eso aquellos intelectuales que como en un tiempo fue el historiador PABLO MACERA, llamado “gurú” por sus acertados y agudas observaciones que descarnaban nuestra realidad, mereció un gran respeto; lamentablemente no ha vuelto a repetirse. Por esas infortunadas caídas que acechan en la vida, terminó – que pena da decirlo – en un vertedero político del que no ha vuelto a levantarse más, creo. Cuando hace años dijo, que “El Perú era un burdel” - por su anarquía, su prostitución política y delincuencia de cuello y corbata – no faltaron ofendidos defensores del “Orden establecido”. No se inmutó. En su momento defendió las reformas impostergables que realizó la Revolución del General Velasco, otro escándalo. Mequetrefes de esos que quieren que los grandes cambios y reformas históricas se hagan por democrático “consenso”, como el joven entonces Mirko Lauer quien en un reportaje le dijo a Macera que la Reforma Agraria se pudo hacer sin necesidad de una revolución. ¿Cómo?, le faltó decirlo. Pero es lícito suponer que sugería sentar en torno a una mesa a los gamonales y terratenientes de entonces, con los campesinos, peones, aparceros y pongos; para llegar a un feliz acuerdo de dar a “la tierra para el que la trabaja”, y, finalmente, hacer un brindis por la sana convivencia. Y así como es este mentecato letrado – botón de muestra – proliferan eruditos y demócratas a la violeta. Fingen olvidar que cuando en una sociedad hay grandes y distintos intereses cada cual tratará de defender y hacer prevalecer los suyos. Así ha sido lo seguirá siendo siempre. Por eso CAMUS decía: “Cuando los doctores disienten ¿quién decide? el Poder”, señalaba. O como decía Luis BLANC: “La libertad no es solo el derecho (idea), sino el poder de ser libre hecho)” Solo un pelele que no ha hecho nada en su vida cree que los grandes problemas se han resuelto en la Historia en torneos de oratoria o de escritos.
En la actualidad – aparte de MVLL que hace tiempo está en el otro bando sin caretas - tenemos a alguien que algunos consideraban el “gurú” sucesor de Macera, claro que nos referimos al sociólogo de ascendencia judía Julio COTLER. Veamos un hecho que lo pinta de cuerpo entero y refleja la imagen de intelectuales que nos parece perniciosa. Estando en la recta final de las últimas elecciones, la joven candidata de izquierda VERÓNIKA MENDOZA iba con buen apoyo popular. Consultada su opinión, Cotler, “ex cátedra” contesto: “Mientras ella no deslinde con Venezuela, para mí no es nada”. Así como lo oyen. ¿Y por qué no con otro país? Claro, pues, “anti-sistema”, ¿qué más? Para él no tenía certificado de buena conducta. Pero la vida tiene sus sorpresas. Ocurre que llegada la hora de la verdad, doña KEIKO encabezaba las encuestas como futura ganadora: había que cerrarle el paso. El único que podía enfrentársele – dadas las circunstancias – era PPK, viejo lobista, peruano-americano y con un pasado de ministro al servicio de las grandes transnacionales. Obviamente Verónika era la antípoda. ¿Qué piensan que predice el “gurú”? “Si se vota en blanco es hacerlo a favor de Keiko”, pero no tuvo el valor de decir que voten por PPK que su respuesta llevaba implícita. Como a éste candidato le faltaban algunos votos, hubo que recurrir al movimiento de la “terruca” Mendoza, a fin de conseguir el triunfo del sobrino del Tío Sam. Con la venia, desde luego, del puritano que – como otros - critican a diestra y siniestra, pero son incapaces de asumir responsabilidades políticas y, algunos, cuando han sido Ministros, se han guiado por la dirección del viento político . Pero, ¿quién los saca del atrio de las Vestales al cuidado de esa Democracia formal y aun así degenerada? Mientras el Pueblo pelea, librado a su suerte.!